Apena que un grupo de aprovechados contaminaran la marcha convocada el pasado domingo en el Hoyo de Friusa (Bávaro, Punta Cana) por la denominada Antigua Orden Dominicana que lidera el activista Ángelo Vásquez, quien confirmó el hecho.
El derecho a la protesta pacífica está consignado en nuestra Constitución pero este tipo de manifestaciones multitudinarias están reglamentadas mediante permiso del Ministerio de Interior y Policía donde se definen los detalles (lugar, horario, trayecto, etc.) a los fines de establecer los protocolos de seguridad.
Sin embargo y a espalda de los organizadores, la caterva intentó asumir y protagonizar la actividad violentando el perímetro acordado para con un lenguaje provocador, generar líos -o quién sabe si hasta un muerto- que les diera sonido y views. Una acción que fue correctamente impedida por los agentes policíacos-militares.
La “marcha patriótica” no era una manifestación para ir a pelear con los haitianos que viven en Friusa sino un reclamo para que las autoridades fortalezcan las acciones migratorias en todo el país, se actualice la Ley 285-04 de Migración e intervengan esa comunidad para reglamentarla conforme a las normas nacionales.
El Hoyo de Friusa es la consecuencia de la irresponsabilidad de los gobiernos y del empresariado de la zona que durante más de 35 años han permitido que ese asentamiento haya crecido hasta convertirse en el inmenso gueto que es hoy.
Por eso resulta indignante que en una actitud similar a la de esos “infiltrados” y “encapuchados”, la oposición política quiera ahora beneficiarse de lo sucedido criticando al gobierno cuando saben perfectamente –porque también han gobernado- que las autoridades hicieron lo que tenían que hacer para evitar una desgracia que afectara el turismo y la imagen del país.