En los documentos desclasificados hace unos días aparece uno señalado como “secreto”, que es un memorando del senador de Arkansas, J. William Fulbright, enviado al presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, que contiene una interesante propuesta para la estabilidad futura de la Republica Dominicana tras el ajusticiamiento del dictador Rafael F. Trujillo.
Apenas días después de ejecutado el magnicidio, al observar que la segunda parte correspondiente a la toma del control político del gobierno no tuvo efecto, el senador Fulbright envió ese memorando planteando la transformación de la República Dominicana “en un caso ejemplar de progreso económico y estabilidad democrática, bajo los principios de la Alianza para el Progreso”.
Esa propuesta concebía “convertir las tierras y empresas expropiadas a la familia Trujillo en cooperativas productivas, administradas con asistencia estadounidense”. El objetivo central era que la nación dominicana se transformara en un ejemplo del éxito de la democracia, en contraposición con la revolución cubana.
El senador Fulbright fue un demócrata que apoyó la segregación racial y la creación de las Naciones Unidas, pero es más conocido por su famoso programa de intercambio internacional denominado “Becas Fulbright” que, en nuestro caso especial, ha promovido la cooperación en áreas claves para el desarrollo de República Dominicana
El Plan Fulbright buscaba también facilitar el acceso a la educación superior en Estados Unidos para dominicanos, así como atraer a expertos estadounidenses para colaborar en el desarrollo del país, especialmente en áreas como la educación y la salud.
Esta iniciativa posttrujillista incluía la creación de una “Autoridad para el Desarrollo Dominicano” con la finalidad de fomentar la agricultura, haciendo una especie de reforma agraria con la redistribución de tierras y canalizar las ganancias hacia el bienestar colectivo. Pero también, venía acompañado de una ayuda económica para la estabilización del país, incluida la concesión de una cuota azucarera generosa.
La preocupación de Estados Unidos era que el país se convirtiera en una segunda Cuba, por lo que ponía todo el esfuerzo en garantizar que el capitalismo pudiera exhibir la Republica Dominicana como la nación más progresista y estable en el Caribe.
Pero ese plan, aunque se trató de implementar íntegramente, no dio los resultados esperados, pues el país se convulsionó con protestas callejeras, luego de las primeras elecciones democráticas advino un golpe de Estado, derivando en una guerra civil en 1965 y la posterior intervención militar norteamericana.
Luego de tantas convulsiones políticas en el país, se produjo la victoria electoral de Joaquín Balaguer en 1966, quien pudo maniobrar entre las estrategias geopolíticas de las grandes potencias en un momento de confrontación ideológica mundial y la presencia de una izquierda que se fortalecía. Balaguer implementó el Plan Fulbright en todo su contenido, ya que ese apoyo estratégico de Estados Unidos, incluida la parte militar anti insurgencia, y una reforma agraria permitieron encausar la nación, aunque con mucha sangre y lágrimas, e ir construyendo las bases de la democracia.