El gasto presupuestario para el 2025 asciende a RD$1,484,196 mil millones o un billón y medio aproximadamente. Monto que supera en apenas RD$22 mil millones el gasto presupuestado en el 2024, del cual se desembolsó un 97%.
Este año, el presupuesto de educación es de RD$300 millones (4% del PIB). Intereses de la deuda RD$298.486 millones (4% del PIB). Gastos en nómina RD$222,342,000 millones (3% del PIB exceptuando educación). Prestaciones a la seguridad social RD$90,986 millones (1.2% del PIB). Gasto de capital RD$176,027 millones (2.3% del PIB). Subsidio eléctrico RD$90,000 millones (1.2% del PIB). Subsidio a los combustibles RD$12 mil millones y otros subsidios sociales por RD$55 mil millones.
SUMEMOS: RD$1,244,841 mil millones o el 85% del gasto total. Si los ingresos estimados para el 2025 son de RD$1,241,364 mil millones ¿qué le queda al gobierno disponible? Nada. Bastante ridículo ¿Verdad?
Para cubrir la diferencia entre ingresos y gastos se genera un déficit fiscal, estimado en 3.1% del PIB (RD$243 mil millones).
Este déficit y el financiamiento neto de RD$242 mil millones (prestamos recibidos menos pagos capital de la deuda) son los recursos para financiar los demás gastos generales de la administración pública, como la compra de bienes y servicios (RD$154 mil millones), combustible, emergencias climáticas, pagos instituciones internacionales, donaciones, subvenciones, otras contrataciones, transferencias a entidades financieras y no financieras y organismos descentralizados.