La avenida de circunvalación de Baní está lista y será inaugurada el próximo 12 de agosto, después de 15 años de guerrear con cuatro gobiernos y tres presidentes. Aunque, en acto de justicia, he de admitir que desde el inicio de su gobierno, Luis Abinader retomó la construcción de la obra detenida entonces por un cuello de botella, dos trampas de ingenieros y tres “amarres de abogados”.
Enterado del origen del problema, el Presidente dispuso que al entuerto se le encontrará una solución. Tiempo después, entraría en acción la empresa constructora del Grupo Estrella que, vueltos a ser justos, otorgó “prioridad prioritaria y primera” a la construcción de la avenida, de forma tal que en las pasadas vacaciones de Semana Santa, esta se pudo abrir temporalmente.
Como Dios no abandona a sus hijos, Eduardo Estrella, (un viejo cómplice de los esfuerzos banilejos para que despegara la obra), fue designado ministro de Obras Públicas. El excelente trabajo realizado por el ministerio de la cosa y la empresa constructora, o sea, por los Estrella, ha obligado a un banilejo liceísta a admitir que, si bien en asuntos de beisbol no es factible desearlo, (por Las Águilas), en lo que tiene que ver con la construcción de una avenida de circunvalación retrasada: “Que en manos de los Estrella te veas”.
Con la apertura de la circunvalación y el paso a desnivel en construcción en la avenida Isabel Aguilar con 27 de Febrero, Baní volverá a estar a 45 minutos de la capital, lo que le hará aún más atractiva para una inversión turística que ya arrancó en Los Corbanitos (Puntarena), y que estas obras acelerarán. Pero, como las buenas noticias, como las malas, llegan juntas. El pasado lunes, Miguel Franjul, Luisín Mejía y un servidor fuimos invitados por el ministro Estrella a recorrer la avenida. La nota jocosa de la visita fue el momento en que, en conversación telefónica con el presidente Abinader, el más apasionado amante de todo lo banilejo, el hijo de la profesora Antonia, Miguel Antonio, le soltó al presidente Abinader el siguiente “por cierto”, al presidente Abinader: “Muchas gracias, Presidente, pero, por cierto, concluida la avenida de circunvalación, qué le parece si ahora mismo, con su Visto Bueno y la presencia de los Estrella, comenzamos a pensar en el diseño de la que será la nueva entrada a Baní”.
Al presidente le gustó la idea y los Estrella sonrieron. Entonces, vamos a por ella, banilejos, vamos a por ella. A uno, siempre le quedará Baní, !ay!, siempre le quedará Baní.