República Dominicana se consolida como epicentro de la seguridad y la transformación policial en el continente.
Hay momentos en la historia de las Américas que marcan un antes y un después, instantes en los que la voluntad colectiva de los países se manifiesta en favor de la protección, el bienestar y la esperanza de los ciudadanos. La octava reunión de Ministros de Seguridad Pública de las Américas (MISPA) de la Organización de Estados Americanos, celebrada en Santiago de los Caballeros, los días 16 y 17 de julio, es uno de esos hitos que merecen ser celebrados y reflexionados con profundo respeto y emoción.
Esta Octava MISPA no fue simplemente un evento diplomático. Fue un faro en medio de un mar de desafíos: una cita donde las máximas autoridades de seguridad pública del continente se reunieron para compartir, articular y renovar políticas y estrategias conjuntas, conscientes de la necesidad central de sumar esfuerzos conjuntos contra el crimen organizado, los fenómenos de violencia, los retos de la ciberseguridad y la urgente modernización y transformación de las policías.
En el corazón del Caribe, los responsables de la seguridad pública de las Américas compartieron buenas prácticas y analizaron, de manera honesta y frontal, los problemas que enfrentan nuestras sociedades. No se eludieron las dificultades ni se disfrazaron los retos: se plantearon con firmeza y apertura a la vez, con la convicción de seguir implementando políticas y acciones para proteger a los pueblos de las Américas.
Las palabras del Presidente, Luis Abinader, resonaron con fuerza, claridad e inspiración en el principal foro político de seguridad pública de las Américas: “La seguridad es un factor determinante del desarrollo y la prosperidad de las naciones”, enfatizó, recordándonos que ningún progreso es posible sin garantías básicas de seguridad y sin una profunda confianza ciudadana en las instituciones. Resaltó que República Dominicana es hoy uno de los países más seguros del continente gracias a la acción conjunta y lasostenibilidad de las políticas, estrategias y acciones. Igualmente, el Presidente hizo un llamado a seguir actuando con determinación por la seguridad ciudadana y la transformación policial: “Los logros que hemos tenido en seguridad y modernización policial nos inspiran, pero también nos recuerdan, con humildad y sensatez, que el crimen no duerme y que jamás podemos bajar la guardia… Las policías de las Américas no pueden ni deben luchar solas contra el crimen organizado y la delincuencia común. Es responsabilidad de los Gobiernos y de todas las instituciones acompañarlas con recursos, proyectos de inversión, estrategias robustas y tecnología de vanguardia”.
Este encuentro de cooperación multilateral fue, también, un espacio de aprendizaje colectivo. Las mejores prácticas en procesos de reforma y transformación policial se pusieron sobre la mesa: desde la transformación digital, que abre nuevas posibilidades para responder de manera más eficaz y rápida a los problemas de seguridad, hasta la innovación en el aprendizaje y entrenamiento de las fuerzas policiales, dotando a los policías de herramientas y modelos que les permitan actuar en las calles con profesionalismo, ética y humanidad.
Se abordó la importancia de fortalecer la gobernanza institucional de las reformas policial con alto liderazgo de los Gobiernos, de perfeccionar las estructuras decisionales y técnicas y de garantizar la viabilidad financiera de las reformas y, sobre todo, la tecnificación del patrullaje policial en las calles.
Modernizar y profesionalizar a la policía es una tarea impostergable que implica inversiones importantes para cerrar la brecha histórica de capacidades, profesionalización y equipamiento policial.
Especial interés de los Ministros, Ministras y Directivos policiales de las Américas tuvo que ver con la tecnificación de la inteligencia y la investigación criminal para hacer frente a los retos complejos del crimen organizado, apoyados por códigos penales actualizados y efectivos, políticas de seguridad ciudadana integrales, y una intervención decidida de los Estados en los factores sociales que generan violencia y criminalidad. El compromiso fue claro: prevenir, atender y ofrecer alternativas sociales que rompan los ciclos de exclusión y delincuencia.
En este escenario de riesgos emergentes, la ciberseguridad ocupó un lugar central. El crecimiento exponencial del cibercrimen y los ciberataques exige la creación y modernización de centros cibernéticos, la interoperabilidad entre instituciones, la actualización permanente de los marcos legales y la profesionalización de quienes investigan estos delitos.
Como resultados tangibles de este encuentro, la República Dominicana asumió la Presidencia del Grupo Técnico Subsidiario de Gestión Policial de la OEA, un logro que llena de orgullo y responsabilidad a los dominicanos. Esto permitirá al país articular y promover acciones concretas para la modernización y
profesionalización de las policías de todo el continente, reafirmando el liderazgo y el compromiso que ha asumido la República Dominicana con la promoción y transferencia de buenas prácticas en seguridad
ciudadana y la transformación policial.
La creación e implementación de políticas públicas de seguridad ciudadana basadas en datos y apoyadas por evidencia, que integren la prevención, y la atención a las causas que generan violencia e impulsan el delito, la persecución penal y justicia restaurativa efectiva y el empoderamiento de los gobiernos locales.
Así mismo, implementar y sostener los procesos de reforma y modernización policial para lograr un servicio público de calidad a los ciudadanos.
La creación de un Fondo Fiduciario voluntario para el financiamiento de la Red Interamericana de Desarrollo y Profesionalización Policial REDPPOL, con una línea especial para la formación en investigación de delitos complejos y la prevención del crimen organizado transnacional. Se destaca la
adopción de la norma IWA54002 para la implementación de procesos de gestión de calidad en instituciones policiales, bajo la norma ISO9001:2015 elaborada bajo el liderazgo de la OEA.
Esta VIII reunión de Ministros de Seguridad Pública de las Américas Representa un hito para la República Dominicana. Hoy, más que nunca, las Américas están llamadas a seguir construyendo puentes, a fortalecer la cooperación y sostener la llama de la transformación policial y la seguridad como cimientos indispensables de la libertad, la justicia y la paz.