Por: Ana Vargas
En un mundo que a menudo nos empuja a compararnos con los demás, es esencial recordar que cada uno de nosotros es único y valioso. La aceptación propia no se trata de ser perfecto, sino de reconocer y celebrar nuestras imperfecciones y fortalezas.
Hoy abraza tus cualidades, tus sueños y tus fallos. Acepta los logros, por pequeños que sean, y reconoce que cada paso de los camino tiene un propósito. Permítete ser vulnerable, sabiendo que eso es parte del ser humano. Los errores no definen quiénes somo; son lecciones que me guían hacia el crecimiento.
Entiendo que los valor no dependen de la opinión de los demás, sino de cómo nos vemos. Decide ser tu mejor amiga, tratándote con compasión y respeto. Al aceptar las emociones, ya sean de alegría o tristeza, nos da permiso para sentir y vivir plenamente.
Hoy elije ser auténtica, sin miedo al juicio. Celebra los viaje y todas las experiencias que ha llevado hasta aquí. Ser suficiente tal como eres.
Sigue creciendo con amor y aceptación hacia ti misma