¿Cuántos ruidos, cuánta desilusión, cuántos santos que se han caído de los altares? Hoy prefiero irme a la “crónica rosa”, y comentar sobre un tema tan complejo como la infidelidad y salir de tantos temas neurálgicos que estamos viviendo los dominicanos en estos días. Jesús Cristo nos ha enseñado a perdonar cómo Él lo hizo y esto abarca todas las ofensas incluidas la infidelidad matrimonial. Perdonar implica un acto de amor y misericordia, no una obligación a permanecer en la relación. Cada pareja decide terminar o restaurarlo.
Sociedad de doble moral
Reina Sofía
Me vino a la mente la reina doña Sofía, a quien conocí el 16 de noviembre de 2002, en la XII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno que se realizó en Bávaro, siendo el presidente de la Republica Hipólito Mejía. Me impacto por su sencillez, clase y humanismo. Yo me pregunto ¿cómo una mujer de esa estirpe puede encarar una infidelidad? Aunque está separada del Rey Emérito hace años debe ser muy doloroso por ser madre de reyes. Desciende de la reina Victoria, del rey Christian, del Káiser y del zar Nicolás I. Dicen mis amigas seguidoras de la “crónica del corazón”, que la reina doña Sofía, a pesar de todo, no quiso perder su posición. ¡Ofrézcame!
Ser infiel
Ser infiel no tiene necesariamente que ser solo en parejas, puede ser con tu fe, contigo mismo, con tus principios y valores, con un hermano, un amigo. En la biblia el adulterio es el último acto de traición en una relación personal, pecado contra un sacramento, el del matrimonio. Las personas que han sido traicionadas, según los psicólogos, deben “fomentar la sinceridad, siendo honesto consigo mismo y con el otro, más allá de lo doloroso que pueda ser”. Tienen que practicar el perdón y enfocarse en ser feliz.
Finalmente, gracias por la invitación al desfile inaugural del República Dominicana Fashion Week 2024, hoy miércoles a las 6:30 de la tarde.
¡Dios con nosotros!