Tras finalizar el Congreso Franklin Almeyda, la Fuerza del Pueblo elige su primera directiva y se convierte en una entidad moderna con sus estatutos y programa político con una estructura preparada para gobernar a partir del 2028.
Hace varios años, en una reunión en el hogar de Franklin, le expresé que el objetivo de Danilo Medina era desacreditar y sacar a Leonel Fernández del PLD porque él no había asimilado las consecuencias del mal manejo de lucha interna en los partidos nacionales y antagonizaba las contradicciones sin medir las consecuencias.
Danilo es un maestro en el manejo de estructuras políticas, se había formado en el departamento de organización en el PLD y ejercía con destreza. El vacío que dejaba el profesor Juan Bosch creo el espacio para que alejara del grupo de Norge Botello en busca de sus propias ambiciones y vio en Leonel un compañero de ruta que propiciaba su ascenso.
En el PLD se le reconocía a Danilo tanto su destreza en la carpintería política como su falta de carisma, pero creyeron que lo último se podría eliminar con una buena campaña de promoción. Sin embargo, perdió de Balaguer y luego, si Leonel no se lanza a las calles, Hipólito habría trapeado el piso con él.
No obstante ver los manejos de su amigo, Leonel se negaba a aceptar la cerrazón que se cernía sobre el PLD, sobre todo luego de las experiencias del gobierno de Salvador Jorge Blanco que al cerrar las puertas a la opción popular en el PRD facilitó que el adversario ganara el poder. En varias oportunidades escribí en el Listín que el PLD perdería el poder, se dividiría, muchos de sus dirigentes formarían sus propias tiendas y otros hasta podrían ser encarcelados.
En el hogar de Franklin, -sentados en las mismas mecedoras donde se sentaron los creadores del PLD-, dije que empujaban a Leonel a darle forma orgánica a fuerza.