Hace algunos meses en el reality show de Santiago Matías, uno de sus concursantes manifestó que en el pasado se dedicaba a ser “chipero”, es decir, robar datos de tarjetas de créditos o débitos y usarlos a su favor. A todos les pareció normal, nadie se sorprendió y nunca ha pagado ante la justicia por esto.
En el país existen discotecas donde se viralizan videos de gente lanzando dinero al aire como si conseguirlo no dependiera de un esfuerzo de horas de trabajo. Nos parece normal, nadie investiga esos centros y a esas personas. La Policía Nacional también normalizan un poco la delincuencia en las notas de prensa cuando dice al apresar a una persona: “reconocido delincuente”. Era reconocido, pero estaba en las calles.
En 2023 fui de fin de semana a una provincia y al ver decenas de letreros de un candidato pregunté quién era y la explicación con una normalidad descomunal es que era un narcotraficante. Esa persona ganó. El PRM como partido gobernante también normaliza esa situación al mentir diciendo que haría una investigación de sus candidatos y tener al menos 10 personas vinculadas a su partido y señalados como narcos o parejas de narcos. Si lo saben los comunitarios, también ellos.