Cuba cerró ayer domingo los colegios electorales del referendo sobre el Código de Familias, una avanzada legislación que incluye el matrimonio igualitario y el vientre subrogado, que fue objeto de una intensa campaña a favor del Sí por parte de gobierno. “Este es un código muy humano, totalmente inclusivo”, dijo a AFP en una casilla en La Habana Vieja el exprofesor de marxismo Elio Gómez, de 78 años, que dice que antes nunca hubiera votado a favor.
Estaba previsto que las casillas cerraran a las 18H00 local (22H00 GMT), pero el horario se amplió hasta las 19H00 (23H00 GMT) en la capital, en seis provincias y en otras dos parcialmente por las lluvias provocadas por la tormenta tropical Ian.
El presidente Miguel Díaz-Canel, que acudió a votar con su esposa, Lis Cuesta, en una casilla de la capital se refirió al código como “una norma justa, necesaria, actualizada, moderna y que da derechos y garantías a todas las personas, a todas las diversidades de familias, de personas, de credo”.
Pero también advirtió sobre el voto en contra del texto.
“Tenemos que acostumbrarnos que en temas tan complejos, donde hay diversidad de criterios”, cuando prevalece una situación económica difícil, “también puede haber (…) un voto de castigo”