Por Wanda Espinal
El otro día, hablaba con unas amigas sobre cosas que nos hacían sentir poderosas.
Surgieron diferentes opiniones, y es obvio que las risas aumentaban con cada ocurrencia. Hubo una que aparte de hacernos reír a todas, me hizo caer en cuenta de que es totalmente cierto.
Una de las chicas, con una sonrisa pícara, confesó que lo que a ella la hacía sentir poderosa era, nada más y nada menos que, ¡ponerse tacones!
Todas nos reímos, y ella pasó a explicar las razones por las que consideraba que los tacones hacían sentir poderosa a una mujer. Dentro de ellas recuerdo que decía que cuando una mujer se ponía zapatos con tacón, la postura le cambiaba, la espalda comenzaba a verse más recta. Además agregó que a ella en específico las piernas se le veían espectaculares cuando usaba zapatos altos, ¡yo misma me sentí identificada! Y como última defensa dijo que los días que usaba tacones su espíritu cambiaba, se sentía poderosa, valiente y muy sexy, sensual…
Todas nos reímos, pero sin dudas le dimos la razón. Es incomparable la valentía interna que se siente, y por supuesto la sensualidad.
Una de las mujeres del grupo dijo que por motivos de salud no podía usar zapatos altos, pero que recordaba que en su juventud nadie la hacía usar tenis, era muy raro que usara los zapatos bajitos tradicionales. Siempre sus zapatos tenían tacos, unos más que otros, pero siempre con tacos. Y aprovechó para decirnos a las más jóvenes que hay que tener cuidado con las modas, no todo se usa, no todo combina.
Nos motivó a rescatar la femineidad, al estilo que más nos gustara, pero siempre dándole prioridad a nuestro cuidado, porque desde ahí comienza a sentirse la valentía y la sensualidad.